Yoná, el profeta reacio. Parte 2: Yoná a la deriva - Capítulo 5: la liminalidad de tres días y tres noches
La "liminalidad" es un concepto que proviene de la palabra latina limen, que significa "umbral". Se refiere a un estado o fase de transición, en la que una persona o grupo se encuentra entre dos etapas o estados diferentes. En el contexto de ritos, procesos sociales o psicológicos, la liminalidad describe el periodo de incertidumbre, ambigüedad o "entre" donde las reglas sociales normales pueden no aplicarse, y donde los individuos están en un estado de transformación. La liminalidad se refiere a estar "en el umbral" entre dos estados o realidades, lo que puede ser incómodo o transformador, pero también lleno de posibilidades para el cambio.

(א) וַיְמַ֤ן יהוה דָּ֣ג גָּד֔וֹל לִבְלֹ֖עַ אֶת־יוֹנָ֑ה וַיְהִ֤י יוֹנָה֙ בִּמְעֵ֣י הַדָּ֔ג שְׁלֹשָׁ֥ה יָמִ֖ים וּשְׁלֹשָׁ֥ה לֵילֽוֹת׃

(1) Dios proveyó un gran pez para tragar a Yoná; y Yoná permaneció en el vientre del pez tres días y tres noches.

(ג) וַיָּ֣קׇם יוֹנָ֗ה וַיֵּ֛לֶךְ אֶל־נִֽינְוֵ֖ה כִּדְבַ֣ר יהוה וְנִֽינְוֵ֗ה הָיְתָ֤ה עִיר־גְּדוֹלָה֙ לֵֽאלֹהִ֔ים מַהֲלַ֖ךְ שְׁלֹ֥שֶׁת יָמִֽים׃ (ד) וַיָּ֤חֶל יוֹנָה֙ לָב֣וֹא בָעִ֔יר מַהֲלַ֖ךְ י֣וֹם אֶחָ֑ד וַיִּקְרָא֙ וַיֹּאמַ֔ר ע֚וֹד אַרְבָּעִ֣ים י֔וֹם וְנִֽינְוֵ֖ה נֶהְפָּֽכֶת׃

(3) Yoná fue de inmediato a Nínive conforme al mandato de Dios. Nínive era una ciudad enormemente grande, de tres días de camino de ancho. (4) Yoná comenzó su recorrido y se adentró en la ciudad, caminando un día, y proclamó: "¡Faltan 40 días, y Nínive será destruida!"

En el libro de Yoná aparecen dos períodos de tres días: (1) Yoná pasa tres días y tres noches en el vientre del pez. (2) La ciudad de Nínive requiere tres días para ser recorrida.
EB: No es casual. La repetición exige atención. El libro, tan breve, juega con el tiempo: lo condensa, lo acelera, lo dramatiza. En ambos casos, el “tres” aparece como el tiempo mínimo de incubación de una transformación profunda, pero también deja una pregunta incómoda: ¿es posible un cambio auténtico en tan poco tiempo?️ ¿De verdad Yoná cambió en el pez? ¿De verdad Nínive cambió en tres días?
El número tres es uno de los más cargados simbólicamente en el Tanaj: (1) Noaj reconstruye el mundo con sus tres hijos. (2) Tres patriarcas. (3) Tres ángeles visitan a Abraham. (3) Moshé escondido tres meses. (4) “Kadosh, kadosh, kadosh” – santidad repetida tres veces. El texto nos recuerda otro “día tres” central: el de la separación de las aguas en Bereshit 1:9. Es en ese tercer día cuando emerge la tierra firme desde el caos acuático. No hay casualidad en todo esto. El tres representa una recreación simbólica. Un momento liminal. Yoná es un nuevo Adám, o un nuevo Noaj: tiene que salir del caos acuático para empezar de nuevo.
Por otro lado y más allá del Tanaj, el número tres no es cualquier número: principio-nudo-desenlace; en música se utiliza como resolución temática; Hegel presentaba su modelo ternario de tesis-antitesis-sintesis. En todos estos casos, el tres marca un proceso de preparación, revelación o consolidación. Es el número del equilibrio (entre uno y dos), el de la resolución después de la tensión. De hecho recuerdo que Jonathan Kriegel, presidente de la comunidad judia de Hong Kong cuando llegue me dijo "todo nuevo lugar requiere tres años para saber si te gusta" (primer año no entiendes nada, segundo año se repite, tercer año empiezas a crear). Tambien quizas por eso decimos que "la tercera es la vencida" o muchas veces las cuentas para empezar algo son "a la 1, a las 2 y a las 3"
¿Qué hizo Yona dentro del pez? El verbo ויתפלל (vayitpalel), usado en Yoná 2:2, puede entenderse en forma reflexiva: “se juzgó a sí mismo”. No fue solo una súplica, fue un juicio interior. Rezar en hebreo significa literalmente "juzgarse a uno mismo o evaluarse". La tefila no es solo agradecer y pedir. Es revisarse. Es el momento más íntimo y honesto del profeta.
EB: La insistencia del texto en mencionar “días y noches” nos indica que se trató de un período prolongado, invitándonos a usar la imaginación de una forma especialmente intensa. Uno evoca la imagen de un hombre angustiado, atrapado en la oscuridad de las entrañas del pez, respirando los olores marítimos sofocantes que podrían encontrarse en los intestinos de un leviatán.
Alguno artistas han retratado esta escena de formas muy diferentes. Se lo han imaginado sentado sujetando sus rodillas, escribiendo e incluso algunos han ido mas lejos:
Nada podría parecer más natural que esta escena de felicidad doméstica… salvo por el curioso detalle de que ocurre dentro de una ballena.
Fred Aris representa a Yoná saliendo de las fauces abiertas del pez, vestido con un traje negro a rayas, con bastón y maletín en mano, inclinando su sombrero bombín en dirección al pez, como si éste hubiera depositado al profeta en Wall Street, desde donde camina hacia su oficina para comenzar la jornada laboral. En esta pintura al óleo, el pez funciona, básicamente, como el chofer de Yoná durante tres días y tres noches, hasta que finalmente el profeta logra reconciliarse con la tarea que le fue asignada.

El silencio de 3 días y 3 noches

Yoná pasa 3 días y 3 noches dentro del gran pez según el versículo 1 del capitulo 2. El siguiente versículo nos dicen que despues de eso finalmente rezó. ¿Que sienten que representan estos 3 días y 3 noches de silencio? Aqui van algunas preguntas que vienen a mi mente: (1) ¿Castigo, espera, maduración? (2) ¿Alguna vez sintieron que estaban “en pausa” antes de poder hablar o actuar? (3) ¿Qué rol juega el “tiempo” en tus procesos personales de cambio?
Tenemos un relato crucial en el Tanaj de otra espera de 3 dias:

בַּיּ֣וֹם הַשְּׁלִישִׁ֗י וַיִּשָּׂ֨א אַבְרָהָ֧ם אֶת־עֵינָ֛יו וַיַּ֥רְא אֶת־הַמָּק֖וֹם מֵרָחֹֽק׃

Al tercer día, Abraham alzó la vista y vio el lugar desde lejos.

ביום השלישי. לָמָה אֵחַר מִלְּהַרְאוֹתוֹ מִיָּד? כְּדֵי שֶׁלֹּא יֹאמְרוּ הֲמָמוֹ וְעִרְבְּבוֹ פִּתְאוֹם וְטָרַף דַּעְתּוֹ, וְאִלוּ הָיָה לוֹ שָׁהוּת לְהִמָּלֵךְ אֶל לִבּוֹ לֹא הָיָה עוֹשֶׂה:

ביום השלישי – En el tercer día — ¿Por qué Dios demoró y no le mostró el lugar de inmediato? Para que la gente no dijera: ‘Lo confundió y desconcertó de golpe y perturbó su mente. Pero si hubiera tenido tiempo para reflexionar, no habría obedecido’ (Midrash Tanjuma)

Rashi —y el Midrash— nos muestran que Dios mismo espera. Dios no demanda obediencia ciega inmediata, sino que permite que haya un proceso. El viaje de tres días es como un laboratorio espiritual: el espacio donde Abraham confirma su fidelidad no desde la emoción del momento, sino desde la madurez de la conciencia.
Hay Midrashim que dicen que durante esos tres Abraham enfrenta su propio yetzer (inclinacion) e incluso cruza un rio peligroso o escucha voces internas que le dicen que lo esta por hacer es una locura.

¿Qué significan los “tres días” en la Biblia?

(ז) וַיִּשְׁאַ֞ל אֶת־סְרִיסֵ֣י פַרְעֹ֗ה אֲשֶׁ֨ר אִתּ֧וֹ בְמִשְׁמַ֛ר בֵּ֥ית אֲדֹנָ֖יו לֵאמֹ֑ר מַדּ֛וּעַ פְּנֵיכֶ֥ם רָעִ֖ים הַיּֽוֹם׃ (ח) וַיֹּאמְר֣וּ אֵלָ֔יו חֲל֣וֹם חָלַ֔מְנוּ וּפֹתֵ֖ר אֵ֣ין אֹת֑וֹ וַיֹּ֨אמֶר אֲלֵהֶ֜ם יוֹסֵ֗ף הֲל֤וֹא לֵֽאלֹהִים֙ פִּתְרֹנִ֔ים סַפְּרוּ־נָ֖א לִֽי׃ (ט) וַיְסַפֵּ֧ר שַֽׂר־הַמַּשְׁקִ֛ים אֶת־חֲלֹמ֖וֹ לְיוֹסֵ֑ף וַיֹּ֣אמֶר ל֔וֹ בַּחֲלוֹמִ֕י וְהִנֵּה־גֶ֖פֶן לְפָנָֽי׃ (י) וּבַגֶּ֖פֶן שְׁלֹשָׁ֣ה שָׂרִיגִ֑ם וְהִ֤וא כְפֹרַ֙חַת֙ עָלְתָ֣ה נִצָּ֔הּ הִבְשִׁ֥ילוּ אַשְׁכְּלֹתֶ֖יהָ עֲנָבִֽים׃ (יא) וְכ֥וֹס פַּרְעֹ֖ה בְּיָדִ֑י וָאֶקַּ֣ח אֶת־הָֽעֲנָבִ֗ים וָֽאֶשְׂחַ֤ט אֹתָם֙ אֶל־כּ֣וֹס פַּרְעֹ֔ה וָאֶתֵּ֥ן אֶת־הַכּ֖וֹס עַל־כַּ֥ף פַּרְעֹֽה׃ (יב) וַיֹּ֤אמֶר לוֹ֙ יוֹסֵ֔ף זֶ֖ה פִּתְרֹנ֑וֹ שְׁלֹ֙שֶׁת֙ הַשָּׂ֣רִגִ֔ים שְׁלֹ֥שֶׁת יָמִ֖ים הֵֽם׃ (יג) בְּע֣וֹד ׀ שְׁלֹ֣שֶׁת יָמִ֗ים יִשָּׂ֤א פַרְעֹה֙ אֶת־רֹאשֶׁ֔ךָ וַהֲשִֽׁיבְךָ֖ עַל־כַּנֶּ֑ךָ וְנָתַתָּ֤ כוֹס־פַּרְעֹה֙ בְּיָד֔וֹ כַּמִּשְׁפָּט֙ הָֽרִאשׁ֔וֹן אֲשֶׁ֥ר הָיִ֖יתָ מַשְׁקֵֽהוּ׃ (יד) כִּ֧י אִם־זְכַרְתַּ֣נִי אִתְּךָ֗ כַּאֲשֶׁר֙ יִ֣יטַב לָ֔ךְ וְעָשִֽׂיתָ־נָּ֥א עִמָּדִ֖י חָ֑סֶד וְהִזְכַּרְתַּ֙נִי֙ אֶל־פַּרְעֹ֔ה וְהוֹצֵאתַ֖נִי מִן־הַבַּ֥יִת הַזֶּֽה׃ (טו) כִּֽי־גֻנֹּ֣ב גֻּנַּ֔בְתִּי מֵאֶ֖רֶץ הָעִבְרִ֑ים וְגַם־פֹּה֙ לֹא־עָשִׂ֣יתִֽי מְא֔וּמָה כִּֽי־שָׂמ֥וּ אֹתִ֖י בַּבּֽוֹר׃ (טז) וַיַּ֥רְא שַׂר־הָאֹפִ֖ים כִּ֣י ט֣וֹב פָּתָ֑ר וַיֹּ֙אמֶר֙ אֶל־יוֹסֵ֔ף אַף־אֲנִי֙ בַּחֲלוֹמִ֔י וְהִנֵּ֗ה שְׁלֹשָׁ֛ה סַלֵּ֥י חֹרִ֖י עַל־רֹאשִֽׁי׃ (יז) וּבַסַּ֣ל הָֽעֶלְי֗וֹן מִכֹּ֛ל מַאֲכַ֥ל פַּרְעֹ֖ה מַעֲשֵׂ֣ה אֹפֶ֑ה וְהָע֗וֹף אֹכֵ֥ל אֹתָ֛ם מִן־הַסַּ֖ל מֵעַ֥ל רֹאשִֽׁי׃ (יח) וַיַּ֤עַן יוֹסֵף֙ וַיֹּ֔אמֶר זֶ֖ה פִּתְרֹנ֑וֹ שְׁלֹ֙שֶׁת֙ הַסַּלִּ֔ים שְׁלֹ֥שֶׁת יָמִ֖ים הֵֽם׃ (יט) בְּע֣וֹד ׀ שְׁלֹ֣שֶׁת יָמִ֗ים יִשָּׂ֨א פַרְעֹ֤ה אֶת־רֹֽאשְׁךָ֙ מֵֽעָלֶ֔יךָ וְתָלָ֥ה אוֹתְךָ֖ עַל־עֵ֑ץ וְאָכַ֥ל הָע֛וֹף אֶת־בְּשָׂרְךָ֖ מֵעָלֶֽיךָ׃

(7) Les preguntó a los funcionarios del faraón que estaban con él presos en la casa de su amo: “¿Por qué están tan tristes hoy?”
(8) Ellos le respondieron: “Tuvimos sueños, y no hay nadie que los interprete”. Entonces Yosef les dijo: “¿Acaso no le pertenecen las interpretaciones a Dios? Cuéntenme sus sueños”.
(9) El jefe de los coperos le contó su sueño a Yosef. Le dijo: “En mi sueño, vi una vid frente a mí.
(10) En la vid había tres ramas. Apenas brotaron, florecieron y sus racimos maduraron en uvas.
(11) La copa del faraón estaba en mi mano. Tomé las uvas, las exprimí en la copa del faraón y puse la copa en su mano”.
(12) Yosef le dijo: “Esta es la interpretación: las tres ramas son tres días.
(13) Dentro de tres días el faraón te perdonará y te devolverá a tu puesto. Volverás a poner la copa en su mano, como lo hacías antes cuando eras su copero.
(14) Pero acuérdate de mí cuando todo te salga bien. Por favor, háblale de mí al faraón y ayúdame a salir de este lugar.
(15) Porque fui secuestrado de la tierra de los hebreos, y aquí tampoco hice nada para que me metieran en esta prisión”.
(16) Cuando el jefe de los panaderos vio que Yosef había dado una interpretación favorable, le dijo: “Yo también tuve un sueño. En mi sueño, tenía tres canastas de pan sobre la cabeza.
(17) En la canasta de arriba había todo tipo de productos horneados para el faraón, y los pájaros se los comían de la canasta que estaba sobre mi cabeza”.
(18) Yosef respondió: “Esta es la interpretación: las tres canastas son tres días.(19) Dentro de tres días, el faraón te quitará la vida y te colgará en un madero. Los pájaros comerán tu cuerpo”.

(יד) וַיֹּ֥אמֶר אֲלֵהֶ֖ם יוֹסֵ֑ף ה֗וּא אֲשֶׁ֨ר דִּבַּ֧רְתִּי אֲלֵכֶ֛ם לֵאמֹ֖ר מְרַגְּלִ֥ים אַתֶּֽם׃ (טו) בְּזֹ֖את תִּבָּחֵ֑נוּ חֵ֤י פַרְעֹה֙ אִם־תֵּצְא֣וּ מִזֶּ֔ה כִּ֧י אִם־בְּב֛וֹא אֲחִיכֶ֥ם הַקָּטֹ֖ן הֵֽנָּה׃ (טז) שִׁלְח֨וּ מִכֶּ֣ם אֶחָד֮ וְיִקַּ֣ח אֶת־אֲחִיכֶם֒ וְאַתֶּם֙ הֵאָ֣סְר֔וּ וְיִבָּֽחֲנוּ֙ דִּבְרֵיכֶ֔ם הַֽאֱמֶ֖ת אִתְּכֶ֑ם וְאִם־לֹ֕א חֵ֣י פַרְעֹ֔ה כִּ֥י מְרַגְּלִ֖ים אַתֶּֽם׃ (יז) וַיֶּאֱסֹ֥ף אֹתָ֛ם אֶל־מִשְׁמָ֖ר שְׁלֹ֥שֶׁת יָמִֽים׃ (יח) וַיֹּ֨אמֶר אֲלֵהֶ֤ם יוֹסֵף֙ בַּיּ֣וֹם הַשְּׁלִישִׁ֔י זֹ֥את עֲשׂ֖וּ וִֽחְי֑וּ אֶת־הָאֱלֹהִ֖ים אֲנִ֥י יָרֵֽא׃ (יט) אִם־כֵּנִ֣ים אַתֶּ֔ם אֲחִיכֶ֣ם אֶחָ֔ד יֵאָסֵ֖ר בְּבֵ֣ית מִשְׁמַרְכֶ֑ם וְאַתֶּם֙ לְכ֣וּ הָבִ֔יאוּ שֶׁ֖בֶר רַעֲב֥וֹן בָּתֵּיכֶֽם׃ (כ) וְאֶת־אֲחִיכֶ֤ם הַקָּטֹן֙ תָּבִ֣יאוּ אֵלַ֔י וְיֵאָמְנ֥וּ דִבְרֵיכֶ֖ם וְלֹ֣א תָמ֑וּתוּ וַיַּעֲשׂוּ־כֵֽן׃

(14) Pero Yosef les dijo: “Tal como les dije, ¡ustedes son espías!
(15) En esto serán puestos a prueba: si no traen aquí a su hermano menor, ¡por la vida del faraón, no saldrán de este lugar!
(16) Que uno de ustedes vaya a buscar a su hermano, y los demás queden detenidos. Así veremos si dicen la verdad. Si no, por la vida del faraón, ¡ustedes son espías!”
(17) Y los encerró en la prisión por tres días.(18) Al tercer día, Yosef les dijo: “Hagan esto y vivirán, porque yo temo a Dios.
(19) Si son sinceros, que uno de sus hermanos quede detenido aquí, y los demás vayan y lleven alimento a sus familias que están pasando hambre.
(20) Pero deben traerme a su hermano menor. Así se comprobará que dicen la verdad y no morirán”.
Y ellos aceptaron hacerlo así.

(טז) לֵךְ֩ כְּנ֨וֹס אֶת־כׇּל־הַיְּהוּדִ֜ים הַֽנִּמְצְאִ֣ים בְּשׁוּשָׁ֗ן וְצ֣וּמוּ עָ֠לַ֠י וְאַל־תֹּאכְל֨וּ וְאַל־תִּשְׁתּ֜וּ שְׁלֹ֤שֶׁת יָמִים֙ לַ֣יְלָה וָי֔וֹם גַּם־אֲנִ֥י וְנַעֲרֹתַ֖י אָצ֣וּם כֵּ֑ן וּבְכֵ֞ן אָב֤וֹא אֶל־הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־כַדָּ֔ת וְכַאֲשֶׁ֥ר אָבַ֖דְתִּי אָבָֽדְתִּי׃

(16) “Ve, reúne a todos los judíos que viven en Shushán y ayunen por mí. No coman ni beban durante tres días, ni de noche ni de día. Yo también ayunaré junto con mis doncellas. Luego iré a ver al rey, aunque sea en contra de la ley. Y si he de morir, moriré.”

EB: Tres días parecen ser, en el mundo bíblico antiguo, tanto un período corto como largo para que se manifieste la información sobre el paradero o el comportamiento del enemigo. Esta cantidad de tiempo permite que se procese el aprendizaje y la transmisión de información, y que una reacción inicial tenga tiempo para filtrarse y tomar forma; además, crea el espacio necesario para la preparación física y espiritual frente a una crisis inminente.

Entonces, ¿por qué 3 días?

La repetición del período de tres días en la Biblia no es casual. Como vimos, aparece en contextos de espera, de revelación, de peligro o redención. En el caso de Yoná, esos tres días en el vientre del pez no son meramente un dato narrativo: son el tiempo necesario para detenerse, para mirar hacia adentro y redirigir la vida.
Tres días como umbral sagrado (lo liminal)
La espera de tres días aparece una y otra vez en el Tanaj como un tiempo de tensión, preparación e incertidumbre. No es simplemente “el tiempo que pasó”, sino un símbolo profundo de:
1) El desequilibrio inicial ante una crisis (día 1).
2) El despertar a la gravedad de lo vivido (día 2).
3) El momento de tomar acción o transformarse (día 3).

וַיֶּאֱסֹף אֹתָם אֶל מִשְׁמָר שְׁלשֶׁת יָמִים, לְעוֹלָם אֵין הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא מַנִּיחַ אֶת הַצַּדִּיקִים בְּצָרָה שְׁלשֶׁת יָמִים, וְכֵן לָמְדוּ לְיוֹסֵף לְיוֹנָה לְמָרְדְּכַי לְדָוִד, וְכֵן הוּא אוֹמֵר (הושע ו, ב): יְחַיֵּינוּ מִיֹּמָיִם בַּיּוֹם הַשְּׁלִישִׁי, שֶׁל שְׁבָטִים, יְקִמֵנוּ, (בראשית מב, יח):

“Los reunió en prisión durante tres días” – El Santo, bendito sea, nunca deja a los justos en la angustia por más de tres días, y así aprendieron de Yosef, Yoná, Mordejai y David. Y así también está dicho: “Nos dará vida después de dos días; al tercer día nos levantará” (Hoshea 6:2), sobre las tribus: “Él nos levantará” (Hoshea 6:2)

La sugerencia aquí es que, para el segundo día, el destino ya empieza a mejorar, y las actividades extrañas o las malas decisiones están a punto de ser revertidas o suspendidas. Lo que el midrash no pregunta, pero sí deben preguntarse sus lectores, es por qué los justos necesitan sufrir durante tres días. Ser una persona justa, idealmente, debería ser un estado libre de sufrimiento debido al mérito espiritual. Lo que los sabios que escribieron este midrash probablemente quisieron decir es que tres días no solo es un tiempo legítimo para que una persona piadosa sufra, sino que en realidad es un deseo espiritual .

כֵּיוָן שֶׁהָלְכוּ שְׁלֹשֶׁת יָמִים בְּלֹא תּוֹרָה, נִלְאוּ, עָמְדוּ נְבִיאִים שֶׁבֵּינֵיהֶם וְתִיקְּנוּ לָהֶם שֶׁיְּהוּ קוֹרִין בַּשַּׁבָּת, וּמַפְסִיקִין בְּאֶחָד בַּשַּׁבָּת, וְקוֹרִין בְּשֵׁנִי, וּמַפְסִיקִין שְׁלִישִׁי וּרְבִיעִי, וְקוֹרִין בַּחֲמִישִׁי, וּמַפְסִיקִין עֶרֶב שַׁבָּת, כְּדֵי שֶׁלֹּא יָלִינוּ שְׁלֹשָׁה יָמִים בְּלֹא תּוֹרָה.

El versículo significa que, como los judíos viajaron durante tres días sin escuchar Torá, se debilitaron, y por eso los profetas que estaban entre ellos se levantaron y establecieron para ellos que debían leer de la Torá cada Shabat, hacer una pausa el domingo, volver a leer el lunes, pausar el martes y miércoles, y leer nuevamente el jueves, y luego hacer una pausa en la víspera de Shabat, para que no pasaran tres días sin escuchar Torá.

EB: En prácticamente todos los casos de esperas bíblicas de tres días mencionados anteriormente, tres días fueron tiempo suficiente para detenerse y reflexionar sobre el significado del momento, prepararse con urgencia para ser digno de él y dedicar tiempo a comprender las consecuencias de una decisión o acción inminente. Esperar es una virtud. Una espera de tres días equilibra la virtud de esperar con la santa impaciencia de no esperar, y por lo tanto, evita conformarse con algo menor que la excelencia.
También nos recuerda que la liminalidad —ese estado de transición e incertidumbre— no debe ser temida, sino vista como un tiempo de posibilidad, que nos brinda la fuerza interior para enfrentar circunstancias que quizá no buscábamos, como queda claro en todos los casos mencionados. El primer día nos lanza a una crisis, a un cambio que enfrentamos o negamos con molestia. El segundo día, ya no podemos negar lo inevitable. Y para el tercer día, con suerte, habremos enfrentado el cambio y estaremos listos para actuar.
El autor sobre heroísmo épico, Joseph Campbell, nos ofrece esta enseñanza: “Debemos estar dispuestos a soltar la vida que planeamos, para poder tener la vida que nos está esperando”. El tercer día nos recuerda que no se trata solo de la espera en sí, sino de lo que hacemos durante la espera para prepararnos para cuando ésta termine.
Yoná necesitó tres días para detener la locura de su huida, para girar y enfrentarla, sumergirse en ella, experimentar la vergüenza de sus actos y la alegría de haber sido salvado, y redirigirse hacia el futuro que lo esperaba. Tres días lo llevaron a la oración, a la conversación que necesitaba tener con Dios sobre en quién debía convertirse. En ese punto, pareció que valió la pena la espera.