Aquí también el rabino Tarfon sostiene que quien apuesta en juegos de dados es considerado un ladrón, ya que uno puede adquirir el dinero de otro legalmente solo si este último se lo da con certeza y contundencia.
𝗟𝗮𝘀 𝗮𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 Rabino. Shalom Arush, Libro el Jardin de la Paz.
𝗟𝗮𝘀 𝗮𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝘁𝗲𝗿𝗿𝗶𝗯𝗹𝗲 𝗰𝗮𝗹𝗮𝗺𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝘆 𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀 𝗮𝘁𝗿𝗮í𝗱𝗼 𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗮𝗱𝗶𝗰𝘁𝗮 𝗮ú𝗻 𝗺á𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗮𝗱𝗶𝗰𝘁𝗮 𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗱𝗿𝗼𝗴𝗮𝘀.
Generalmente, causan el colapso del hombre y lo llevan a un estado deplorable es innecesario decir que el hombre creyente no debe tener nada que ver con ellas.
Las apuestas derivan del amor al dinero, sacan al hombre de sus cabales, y lo alejan completamente de la verdad y de la fe en la Divina Supervisión. Ellas parecen ser un camino fácil para ganar grandes sumas de dinero, pero en verdad, es una senda muy difícil, que lleva al hombre y a toda su familia a una vida amarga e insoportable.
Las apuestas marean al hombre, pues la Mala Inclinación siempre se preocupa que algunos ganen sumas enormes de dinero, y así quien los ve se "come el corazón" de envidia y se imagina que la próxima vez él será el gran ganador. El hombre se marea y gasta en pocas horas grandes sumas, con las cuales podría hacer muchas cosas positivas.