COMO RECUPERARSE DE LA ADICCION Y VOLVER EN TESHUVA LA FUERZA TRANSOFRMATIVA DE LOS DOCE PASOS
RAB. ABRAHAM J. TWERSKI
EL CAMINO A LA RECUPERACION
CAPÍTULO 1 PARTE 1
MANTENERLO PRIVADO O DIVULGARLO
El Talmud (loma 86b) cita una aparente contradicción. En Tehilim 32:1 dice: "Feliz es aquél cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto".
Aparentemente esto implica que uno no debe revelar sus pecados en público. Por otro lado, Shlomo HaMelej dijo: "El que cubre sus transgresiones no prospera
(Mishlei 28:13). El Talmud resuelve este conflicto diciendo que los pecados entre la persona y Hashem se deben mantener privados, pero los pecados cometidos contra otra persona deben revelarse.
Basado en este Talmud, el Rambam dictamina que los pecados bein adam lejaveró (las ofensas en contra de otra persona) se deben revelar públicamente (berabim). Yo dudo que al decir en la sinagoga: "ashamnu, bagadnu, gazalnu" (somos culpables, hemos traicionado, hemos robado) se satisfaga la necesidad de revelarlo en público. El Rambam es bastante especifico respecto a que uno debe declarar ante otras personas: "Yo pequé contra esta persona, le hice esto. Lamento haberlo hecho...". El Rambam agrega: "Si uno es engreído y no declara sus pecados sino que los oculta, su teshuvá no es completa" (Hiljot teshuvá 2:5).
Quizás me falla la memoria, pero no puedo recordar que nadie haya efectuado esa declaración en público.
De acuerdo con el Rambam, muchas personas no alcanzaron el ideal de teshuvá bein adam lejaveró.
En mi trabajo tratando a alcohólicos, asistí a muchos encuentros de recuperación en los que la persona en proceso de recuperación declara sus ofensas ante el grupo. El alcohol distorsiona el juicio de la persona, y al beber a menudo se daña a los demás.
El programa de recuperación requiere la admisión abierta del daño que uno ha causado, y es necesario pedir perdón y hacer las paces con aquellos a quienes se ha dañado.
Es cierto, la razón por la cual uno puede admitir sus errores ante un grupo de alcohólicos en proceso de recuperación es porque sabe que todos sentirán empatía. Todos los que están en el grupo cometieron errores similares debido a la bebida y nadie lo va a juzgar.
Esto también debería ser cierto para las personas que necesitan hacer teshuvá por temas de bein adam lejaveró.
El Talmud dice que nadie se escapa del pecado de lashón hará (Baba Batra 165a), mucho menos de otras transgresiones sutiles que discutiremos en el capítulo 5, donde examinaremos hakarat hajet. Pienso que una persona que confiesa en público sus pecados bein adam lejaveró encontrará mucha empatía.
Cuando te di el dinero fue para usarlo en el negocio y no para beber alcohol con él.
El consumo de alcohol... usa su bebida de manera destructiva: como un medio para trascender su vida cotidiana.
¿Qué es el pensamiento adictivo?
Al entrevistar a Ray, un joven que había ingresado a una unidad de rehabilitación por drogadicción, le pregunté: “¿Qué te hizo tomar la decisión de que había llegado el momento de hacer algo acerca del problema?”
“He consumido cocaína algunos años”, me contestó Ray, “y en ocasiones dejaba de recurrir a ella unas cuantas semanas consecutivas, pero nunca antes había decidido dejarla por completo”.
“Durante el último año mi esposa me ha estado presionando para que la deje por completo. Ella también consumía cocaína, pero ya hace varios años que la dejó. Finalmente llegué al punto de que la coca no valía las peleas que tenemos, por lo que decidí dejarla por completo”.
“Sinceramente, deseaba suspenderla de una vez por todas, pero después de dos semanas volví a ella y eso me demostró algo. No soy estúpido. Ahora se que tal vez me es absolutamente imposible dejarla por mí mismo”.
Repetí varias veces la última frase de Ray porque deseaba que escuchara lo que acababa de decir. Pero no pudo percibir lo que yo intentaba señalarle.
Le dije: “Es muy lógico decir: Tal vez puedo dejarlo solo. También es muy lógico decir: Me es absolutamente imposible dejarlo solo. Pero decir: Ahora sé que tal vez me es absolutamente imposible dejarla por mí mismo; es absurdo porque es contradictorio en sí mismo. Ya sea es absolutamente imposible o tal vez, pero no puede ser ambas”. Sin embargo, Ray no podía comprender mi propósito.
He repetido esta conversación a muchas personas y aún terapeutas avanzados no manifiestan al principio ninguna reacción, esperando descubrir dónde está el chiste. Sólo después de que señalo la contradicción entre “absolutamente imposible” y “tal vez” perciben lo absurdo de la frase y la distorsión de pensamiento que se da en la mente de este hombre.
La distorsión del pensamiento
El fenómeno del pensamiento anormal en la adicción fue reconocido por primera vez por Alcohólicos Anónimos, en donde se inventó el término muy descriptivo de pensamiento desagradable. Los veteranos de AA emplean este término para describir al “borracho seco”, es decir, al alcohólico que se abstiene de beber, pero se comporta de manera muy similar al bebedor activo.
Sin embargo, las distorsiones del pensamiento no sólo se dan en los trastornos de los adictos; tampoco se relacionan necesariamente con el consumo de sustancias químicas. Es posible observar el pensamiento distorsionado en personas que pueden estar enfrentando otros problemas de adaptación. Por ejemplo, una joven se retrasaba para entregar su examen de una materia.
“¿Por qué no terminas?” le pregunté.
“Ya acabé” me dijo.
“¿Entonces, por qué no me lo has entregado?” le pregunté. “Porque necesito trabajar un poco más en él” me contestó. “Pero pensé que ya habías acabado” le señalé.
“Así es” me dijo.
Aunque su afirmación parece ilógica para la mayoría de la gente, puede tener perfecto sentido para quien tiene un proceso de pensamiento adictivo. Además, aunque el pensamiento distorsionado no necesariamente indica adicción, la intensidad y la regularidad de este tipo de pensamiento son muy comunes en los adictos.
Todos reconocemos que las afirmaciones “Ya acabé mi examen” y “Todavía necesito trabajar un poco más en él” son contradictorias. Pero la frase de Ray, “Ahora se que tal vez me es absolutamente imposible dejarla por mí mismo”, puede no parecernos absurda mientras no nos detengamos a analizarla. En una conversación normal, solemos no disponer de tiempo para detenernos y analizar lo que escuchamos. Por tanto, pueden engañarnos, y que aceptemos como razonables las afirmaciones que no tienen sentido.
Algunas veces estas contradicciones pueden ser aún más sutiles. Por ejemplo, cuando se le preguntó si había resuelto todos los conflictos vinculados con su divorcio, una mujer contestó: “Eso creo”. En su respuesta no hay nada visiblemente absurdo, mientras no nos detengamos a analizarla. La pregunta “¿Has resuelto los conflictos?” significa “¿Has superado las diversas incertidumbres y eliminado los problemas emocionales concomitantes a tu divorcio?” Eso es lo que significa la palabra resuelto. La respuesta “eso creo” es por consiguiente una afirmación de “todavía estoy indecisa de estar segura” y en realidad carece de sentido.
EL PENSAMENTO ADICTIVO ABRAHAM J. TWERSKI
Capítulo 9
LA TESHUVA ES MÁS QUE DEJAR DE TRANSGREDIR
Claramente, el primer paso de la teshuvá es dejar de cometer la transgresión. Pero ese es sólo el primer paso, y esto es algo que podemos aprender del proceso de recuperación.
Un alcohólico puede dejar de beber porque su médico le dice que su hígado ha sido afectado y que si continúa bebiendo eso lo matará.
Aunque dejar de beber lo beneficia, eso todavía no se considera haber llegado a la sobriedad. Si esa persona no adopta cambios significativos en su carácter, a eso se le llama "embriaguez seca"; es decir que sigue siendo en todos los aspectos la misma persona egocéntrica, desconsiderada e irresponsable que era cuando bebía.
La sobriedad es más que dejar de beber. Es un examen y un cambio de la personalidad.
Esto mismo ocurre en la teshuvá. El Netivot Shalom (volumen 1, Teshuvá) dice la gravedad de su pecado y se arrepienta genuinamente del mismo, continúa que a menos que la persona tenga hakarat hajet, que comprenda sinceramente viviendo con su pecado a pesar de que de hecho ya no lo cometa.
El pecado persiste hasta que la persona logra un arrepentimiento profundo y toma consciencia de la gravedad del pecado. Esta persona se asemeja mucho al "borracho seco" que ya no bebe pero que en todos los aspectos sigue siendo igual a lo que era cuando estaba ebrio.
Para que la teshuvá tenga lugar, es necesario despegarse del pecado.
Asistí a mi primer encuentro de los Doce Pasos en el año 1961. Fui porque mi formación médica y luego mi entrenamiento como psiquiatra no me enseñó nada sobre la adicción.
Existen razones para creer que muchas personas que consultan con un especialista de salud mental son adictas a una o más de las adicciones comunes; alcohol, drogas, juego, comida, lujuria, fármacos, tabaco. También es un hecho que mientras que la adicción sigue activa, el tratamiento psiquiátrico o psicológico no puede ser efectivo. Sin embargo, hay innumerables personas que consultan con un terapeuta y continúan con su adicción. Los adictos se destacan por ser mentirosos y no revelan su adicción al terapeuta.
Hay adictos que pueden asistir a terapia durante un largo período de tiempo y lograr muy poco porque su adicción socava el tratamiento.
Esto es similar a una persona que compra un automóvil de lujo y se queja con el vendedor porque el auto no funciona adecuadamente. El mecánico revisa el motor y le dice: "¡Hay grava en el carburador!". El dueño del auto le dice: "Sí, ya sé, cada tanto coloco un poco de grava en el carburador, pero ese no es el problema.
Quiero! que arregles el motor para que funcione bien". el carburador. Voy a limpiar el carburador y quiero que viajes cien kilómetros. El mecánico le dice: "Mira, no hay nada que yo pueda hacer si tú pones grava en el carburador y quiero que viajes cien kilómetros Ni siquiera levantes el capo! Si después sigues teniendo problemas vuelve a traer el auto.
El alcohol y las drogas y el resto de los comportamientos adictivos son como grava en el carburador , el mejor terapeuta no lo lograra mucho con alguien que sigue consumiendo una substância que lo destruye.
COMO RECUPERARSE DE LA ADICCION Y VOLVER EN TESHUVA LA FUERZA TRANSOFRMATIVA DE LOS DOCE PASOS
RAB. ABRAHAM J. TWERSKI
