Previamente, la Guemará discutió el sufrimiento que resulta de las transgresiones de uno. La Guemará cambia el enfoque y analiza el sufrimiento que no es el resultado de las transgresiones propias y el sufrimiento de los justos. Rava, y algunos dicen que Rav Ḥisda, dijo: Si una persona ve que le ha sucedido un sufrimiento, debe examinar sus acciones. Generalmente, el sufrimiento se produce como castigo por las transgresiones de uno, como está dicho: “Escudriñaremos y examinaremos nuestros caminos, y volveremos a Dios” (Lamentaciones 3:40). Si examinó sus caminos y no encontró ninguna transgresión por la cual ese sufrimiento sea apropiado, puede atribuir su sufrimiento al abandono en el estudio de la Torá. Dios castiga a una persona por abandono en el estudio de la Torá para enfatizar la gravedad del problema, como está dicho: “Feliz el hombre a quien Tú castigas, Señor, y enseñas en Tu ley” (Salmos 94:12). . Este versículo nos enseña que su sufrimiento hará que regrese a Tu ley.
Y si atribuyó su sufrimiento al abandono en el estudio de la Torá, y no encontró que esto fuera así, puede estar seguro de que se trata de aflicciones de amor, como está dicho: “Porque el Señor ama, reprende, como el padre al hijo en quien quiere” (Proverbios 3:12).
Así también aquí, cuando una persona considera que todo lo que el Santo, bendito sea, hace con él, ya sea con su cuerpo o con sus posesiones, es para su propio bien. Aunque él no ve ni entiende cómo esto es para su bien, sin embargo, no hay duda de que sí es para su propio bien. Entonces, el amor de uno por Di-s no se debilitará por todas las dificultades y sufrimientos. Más bien, por el contrario, se intensificará y aumentará en él siempre.
