Uno de los atributos de Dios:
Y dijo Rabí Jama hijo de Rabí Janina: ¿Por qué razón está escrito ‘Tras el Eterno vuestro Dios marcharéis’ (Devarim 13, 5)? ¿Acaso el hombre puede caminar detrás de la Divinidad? ¿Acaso no está escrito ‘Porque el Eterno, Tu Dios, es fuego que consume’? En realidad, esto quiere decir que hay que caminar detrás de los atributos del Santo Bendito [no detrás Suyo]: Así como Él viste a los desnudos, como está escrito: ‘E hizo el Eterno, Dios, para el hombre y su mujer túnicas de piel, y los vistió’ (Bereshit 3, 21), así también tú debes vestir a los desnudos. Así como el Santo Bendito visitó a los enfermos, como está escrito: ‘Y aparecióse a él el Eterno en Eloné Mamré’ (Bereshit 18, 1), así también tú debes visitar enfermos. Así como el Santo Bendito consoló deudos, como está escrito: ‘Y fue, después de morir Abraham, que bendijo Dios a Itzjak’ (Bereshit 25, 11), así también tú debes consolar a los deudos. Así como el Santo Bendito enterró muertos, como está escrito: ‘Y lo enterró en el valle’ (Devarim 34, 6), así también tú debes enterrar a los muertos.
Sotá 14a
‘Y Abraham era de edad de noventa y nueve años al circuncidar la carne de su prepucio. E Ishmael su hijo era de edad de trece años al circuncidar la carne de su prepucio. En este mismo día fue circuncidado Abraham, y también Ishmael, su hijo. Y todos los varones de la casa, nacidos de su casa y comprados por plata, hasta hijos de extranjeros, fueron circuncidados con él.
CAP. 18. Y aparecióse a él el Eterno en Elone Mamré, y él estaba sentado a la puerta de la tienda durante el (mayor) calor del día’.
Bereshit 17, 24-27; 18, 1
Dijo Rabí Jama hijo de Rabí Janina: Aquel día era el tercer día después de la circuncisión de Abraham, y vino el Santo Bendito a interesarse por la salud de Abraham.
Baba Metzía 86b
La importancia del precepto de Bikur Jolim
Se ha enseñado: La visita a los enfermos no tiene medida. ¿Qué significa ‘No tiene medida’? Infirió Rav Iosef: (Significa que) no puede medirse su recompensa. Le dijo Abaie: ¿Y acaso se puede medir la recompensa de algún precepto? He aquí que hemos estudiado (en la Mishná): ‘Sé cuidadoso tanto con el precepto leve como con el (precepto) duro ya que no conoces la recompensa asignada a los preceptos.
Dijo Abaie: Esto significa entonces (que) aun un grande respecto a un chico (debe visitarlo).
Raba dijo: Aun cien veces al día.
Dijo Rabí Aja bar Janina: Todo aquel que visita a un enfermo, se lleva una sesenta parte de su dolor.
Nedarim 39b
Y se visita (al enfermo) varias veces al día, y todo aquel que abunda (en visitas al enfermo) es digno de alabanzas, siempre y cuando no moleste (con sus reiteradas visitas). Todo aquel que visita al enfermo, es considerado como si tomase parte de su enfermedad...Y todo aquel que no visita (al enfermo) es considerado como si derramase sangre.
RaMbaM, Hiljot Avel, 14, 4
Rav Jelbo se enfermó. Salió Rav Kahana y anunció: ‘¡Rav Jelbo cayó enfermo!’. Nadie vino (a visitarlo). Les dijo: No ocurrió así con uno de los alumnos de Rabí Akiva que se enfermó. Ninguno de los sabios ingresó a visitarlo e ingresó Rabí Akiva a visitarlo, y dado que limpió el piso ante él, lo reanimó. Le dijo: ‘¡Rabino, me has hecho revivir!’. Salió Rabí Akiva y enseñó: ‘Todo aquel que no visita enfermos, es considerado como si derramase sangre’. Cuando vino Rav Dimi (de Eretz Israel a Babilonia) dijo: Todo aquel que visita al enfermo provoca que viva, y todo aquel que no visita al enfermo provoca que muera. ¿Cómo es que lo ‘provoca’? Si dijeramos (que) todo aquel que visita al enfermo reza por su vida y que todo aquel que no visita al enfermo reza por su muerte (podría entenderse). ¿Podría pensar que alguien pediría por la muerte de otro? Esto significa entonces, que el que no visita al enfermo no pide, ni por su vida ni por su muerte.
Nedarim 39b-40a
Y no se vista al enfermo en las primeras tres horas del día, ni en las últimas (tres horas), dado que allí se ocupan de las necesidades del enfermo.
RaMbaM, Hiljot Avel 14, 5
Dijo Rav Shisha hijo de Rav Idi: No debe visitar el hombre a un enfermo en las primeras tres horas (del día) ni en las últimas tres horas del día para que no desplace su mente de la oración. Las primeras tres horas, su espíritu (el del enfermo) está tranquilo; las últimas tres, la enfermedad lo vuelve a atacar.
Nedarim 40a
El que viene a visitar a un enfermo no debe sentarse sobre la cama, ni sobre una silla, ni sobre un banco, y no sobre ningún lugar elevado, y no por encima de su cabeza [de la cabeza del enfermo], sino que se cubre (con su talit) y se sienta por debajo de (la altura de) su cabeza, y pide por él, y sale.
RaMbaM, Hiljot Avel 14, 6
Con respecto a las creencias de los judíos sobre Dios, debemos recordar la Regla número Uno: algunos judíos creen ésto, otros creen aquello y no existe una autoridad central que diga quién tiene razón y quién ese equivoca. Ésto se debe en parte a que la teología cumple un papel relativamente menor en el judaísmo: Dios es importante, hablar sobre Él no lo es tanto. Pero la razón principal es que las afirmaciones sobre Dios se refieren a nosotros más que a Él. Decir que Dios sana a los enfermos no es una declaración sobre la agenda divina sino la afirmación de que al recuperarnos de una enfermedad hemos experimentado a Dios en nuestra vida (no Su cara, sino Sus obras). Decir que Dios perdona no es comentar Su estado afectivo, sino reconocer que podemos sentirnos limpios de culpa gracias a Su realidad en el mundo. Decir que Dios escucha las oraciones no es describir Su sistema auditivo sino responder a la pregunta sobre si vale la pena rezar. Por consiguiente, las afirmaciones sobre Dios no lo describen a Él (¿quién podría pretenderlo?) sino a nosotros y nuestro mundo, que son distintos gracias a Su intervención. Según un viejo dicho rabínico, ‘Dios es como un espejo. El espejo no cambia, pero cada uno que lo mira ve una cara distinta’.
Harav Harold Kushner
en ‘¡Por la vida!’, p. 127-128
(ד) בִּקּוּר חוֹלִים מִצְוָה עַל הַכּל. אֲפִלּוּ גָּדוֹל מְבַקֵּר אֶת הַקָּטָן. וּמְבַקְּרִין הַרְבֵּה פְּעָמִים בַּיּוֹם. וְכָל הַמּוֹסִיף מְשֻׁבָּח וּבִלְבַד שֶׁלֹּא יַטְרִיחַ. וְכָל הַמְבַקֵּר אֶת הַחוֹלֶה כְּאִלּוּ נָטַל חֵלֶק מֵחָלְיוֹ וְהֵקֵל מֵעָלָיו. וְכָל שֶׁאֵינוֹ מְבַקֵּר כְּאִלּוּ שׁוֹפֵךְ דָּמִים:
(4) The duty of visiting the sick applies to everybody. Even an eminent person must visit one who is of minor importance. The visits should be made several times a day. The more often one visits the sick, the more praise he deserves, provided that he does not weary the patient. Whoever visits a patient is as though he took away part of his illness and lightened his pain. Whoever does not visit the sick is almost guilty of bloodshed.
(ה) אֵין מְבַקְּרִין אֶת הַחוֹלֶה אֶלָּא מִיּוֹם שְׁלִישִׁי וָהָלְאָה. וְאִם קָפַץ עָלָיו הַחלִי וְהִכְבִּיד מְבַקְּרִין אוֹתוֹ מִיָּד. וְאֵין מְבַקְּרִין אֶת הַחוֹלֶה לֹא בְּשָׁלֹשׁ שָׁעוֹת רִאשׁוֹנוֹת בַּיּוֹם. וְלֹא בְּשָׁלֹשׁ אַחֲרוֹנוֹת. מִפְּנֵי שֶׁהֵן מִתְעַסְּקִין בְּצָרְכֵי הַחוֹלֶה. וְאֵין מְבַקְּרִין לֹא חוֹלֵי מֵעַיִם וְלֹא חוֹלֵי הָעַיִן. וְלֹא מֵחוֹשֵׁי הָרֹאשׁ. מִפְּנֵי שֶׁהַבִּקּוּר קָשֶׁה לָהֶן:
(5) A sick person should be visited only from the third day on. If his illness came on suddenly and his condition has become worse, he should be visited immediately. A patient should not be visited either during the first three hours or the last three hours of the day, because he is being attended to at the time.— —
(ו) הַנִּכְנָס לְבַקֵּר אֶת הַחוֹלֶה לֹא יֵשֵׁב לֹא עַל גַּבֵּי מִטָּה וְלֹא עַל גַּבֵּי כִּסֵּא וְלֹא עַל גַּבֵּי סַפְסָל וְלֹא עַל גַּבֵּי מָקוֹם גָּבוֹהַּ וְלֹא לְמַעְלָה מִמְּרַאֲשׁוֹתָיו. אֶלָּא מִתְעַטֵּף וְיוֹשֵׁב לְמַטָּה מִמְּרַאֲשׁוֹתָיו וּמְבַקֵּשׁ עָלָיו רַחֲמִים וְיוֹצֵא: